Nelsa E. Paredes
February 6, 1916 — December 17, 2014
Nelsa nació en Ecuador. Fue la única sobreviviente de tres hermanas y un hermano. Nelsa contrajo matrimonio con Carlos Naranjo. Como resultado de esa unión fueron seis hijos: Carlos, Luis, Yolanda, Emma, Gloria e Inés.
Nelsa se mudó con su familia a los Estados Unidos en 1987. Fue una buena esposa, madre y abuela.
Nelsa conoció la verdad en su país, Ecuador. Y junto con sus hijas Emma e Inés se simbolizaron en agosto 8 de 1992, en la asamblea de distrito celebrada en el estadio de los Dodgers, en Los Angeles, California.
Nelsa siempre se aseguraba de las cosas más importantes, como su servicio, la asistencia a las reuniones y las asambleas. En sus últimos años su avanzada edad nunca impidió que asistiera a las reuniones y participara en ellas. Todos disfrutábamos en las reuniones sociales su gusto por la buena música y el baile, donde disfrutaba plenamente con sus hermanos. Le gustó mucho viajar por diferentes países y compartir con sus hijas de esparcimiento sano.
Hasta sus últimos días Nelsa siempre se comportó con dignidad, paciencia y con un espíritu apacible.
Ella fue una verdadera inspiración para todos los que la conocimos. Con amor siempre la recordaremos hasta que nos veamos nuevamente en la resurrección.
Condolences may be sent to her family through our website.
Nelsa se mudó con su familia a los Estados Unidos en 1987. Fue una buena esposa, madre y abuela.
Nelsa conoció la verdad en su país, Ecuador. Y junto con sus hijas Emma e Inés se simbolizaron en agosto 8 de 1992, en la asamblea de distrito celebrada en el estadio de los Dodgers, en Los Angeles, California.
Nelsa siempre se aseguraba de las cosas más importantes, como su servicio, la asistencia a las reuniones y las asambleas. En sus últimos años su avanzada edad nunca impidió que asistiera a las reuniones y participara en ellas. Todos disfrutábamos en las reuniones sociales su gusto por la buena música y el baile, donde disfrutaba plenamente con sus hermanos. Le gustó mucho viajar por diferentes países y compartir con sus hijas de esparcimiento sano.
Hasta sus últimos días Nelsa siempre se comportó con dignidad, paciencia y con un espíritu apacible.
Ella fue una verdadera inspiración para todos los que la conocimos. Con amor siempre la recordaremos hasta que nos veamos nuevamente en la resurrección.
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